Cualquiera puede ser un camaleón. A muchos les resulta fácil y hasta productivo mimetizarse en grupos sociales, culturales, religiosos, políticos, etc.; el grupo provoca unos estados de seguridad, de autoafirmación del yo y facilita la obtención de objetivos si bien en principio individuales, ahora colectivos, comunes a dicho grupo.
Pero esta dinámica particular ofrece también un claro chance para aquellas personas que andan con la vileza, la manipulación y el egoísmo moderno (en diferencia al egoísmo primario) como motivos de vida y de socialización. Es así como encontraremos siempre personas que se acomodan a la ideología, al funcionamiento y a las condiciones de un grupo, pero nunca pasan a tener un nivel de compromiso colectivo ya que, de hecho, en esencia nunca les motiva ese tipo de objetivos. De esta forma encontramos gente que canta a viva voz consignas y canciones libertarias pero en su realidad interna y cotidiana esclavizan y oprimen, manipulan, abusan y mienten, o encontramos supuestos satanistas que no están realmente buscando y aplicando la libertad-liberación del espíritu sino ser asimismo esclavos de una ideología, de un ídolo, de una religión más, o como las personas que asisten a las ruidosas manifestaciones populares y hacen el papel de ser figuras, mártires, próceres o lideres, pero que en su hogar son violentos, machistas, chovinistas, capitalistas. Estos son ejemplos de esas gentes aprovechadas que se mimetizan en los grupos y los infestan, ya que perjudican toda construcción colectiva pues su razón de ser nunca es acorde, aunque lo parezca.
Esta camaleonicidad manifiesta en muchos, latente en otros tantos, de hecho no es un síntoma aislado y único a los canallas; su presencia hace parte de nuestra cotidianidad tanto como la de pulsiones de matar-morir, y las pulsiones de devorar sexualmente o ser devorado. Todos en algún momento, de hecho o de palabra, nos hemos acomodado a lo que nos están diciendo, mostrando, planteando o proponiendo, solamente para desembarazarnos de una situación inoportuna o un sujeto asfixiante. Pero una cosa es hacer concesiones puntuales y otra adoptar como forma de vida la vil acomodación, siniestra forma de disimular para conseguir lo que se desea.
Sobre los objetivos que pueden suscitar estas ideas, sentimientos y comportamientos de camaleón, hay muchos y varían de acuerdo a la persona; de ese modo hay quienes están en el medio del anarquismo para acostarse con mujeres libres, hay quienes se visten de negro para tener con quien tomar y hablar mierda, hay quienes van a una iglesia para sentir que corrigen sus errores con los humanos ante dios, hay unos que se hacen una cresta para conseguir alcohol gratis, y quienes se visten de policía para devolver el golpe que la vida les ha dado, hay quienes les gusta pasar por lideres para sentirse admirados y así conseguir chicas, fanáticos, clientes, dinero. Podemos resumir tanto las manifestaciones de la estructura camaleónica como los objetivos aduciendo que son efectos desafortunados del egoísmo capitalista, moderno en los seres humanos que en esta era hemos capitalizado, vendido y comprado todo discurso, incluso el de la libertad.
Solo por ello recordaré estas palabras sobre la evidente camaleonicidad humana, y los esfuerzos que tienen que realizar los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres guerrerxs de la libertad para sobreponerse a sus exigencias individuales, psicológicas, sexuales y capitales y encontrar un horizonte que se camina en torno a algo más allá de la inexistente felicidad capitalista, felicidad que es la gasolina de los camaleones hipócritas y canallas que hay que soportar a diario incluso bajo nuestro mismo techo y en cualquier esquina, computador y antro:
"¡Cualquiera! Muda de profetas como de camisa. La humanidad no tiene apego a los viejos dogmas. Apenas asoma un guía elocuente se pone detrás de él en marcha. Las creencias son nómadas, porque están fundadas en lo absurdo. La verdad es una, pero el error es innumerable, y lo mismo da uno que otro”.
Guerra a muerte a los falsos libertarios, a los falsos satanistas y a los falsos lideres de la emancipación social y espiritual. El Viento de la Noche será para ustedes Negras Tempestades.